"Hay un fluir, un ritmo, una forma
aparentemente vacía; el discurso podría tratar cualquier tema, cualquier
imagen, cualquier pensamiento. Esa indiferencia es sospechosa; presiento que
tras la apariencia de vacío hay muchas, demasiadas cosas. El vacío nunca me
asustó demasiado; en ocasiones hasta llegó a ser un refugio. Lo que me asusta
es no poder huir de ese ritmo, de esa forma que fluye sin develar sus
contenidos. Por eso me pongo a escribir, desde la forma, desde el propio fluir,
introduciendo el tema del vacío como asunto de esa forma, con la esperanza de
ir descubriendo el asunto real, enmascarado de vacío."
Fragmento de El discurso vacío, Mario Levrero
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